lunes, 12 de febrero de 2007

Coche Cama

Durante las vacaciones es muy común realizar viajes largos a diferentes puntos del país, y para hacerlo lo mejor posible casi siempre se busca viajar en el famoso "Coche Cama". Este transporte gigante nos ofrece myuchisimas comodidades, aunque:
De cama no tiene nada, es una reposera cubierta de esponja. Si tenés la mala suerte de viajar solo, siempre se va a sentar a tu lado la persona más extraña, esa que viaja con bolsas de supermercado en donde lleva la vianda, que escucha música tan alto que se te hace imposible no tararear los temas que conoces y que cuando se cansa y se duerme ronca como chancho ahogado.

La comida es desagradable, te dan un pollo seco con salsa de aceitunas secas, acompañado por pan y manteca, y si tenés sed podes tomar 2 vasitos de sprite caliente en un vaso de telgopor.

Las películas son las más viejas que hay en alquiler en tu DVD más cercano, la pasan en castellano y con subtitulos que en un televisor de 12 pulgadas no se leen.

En cuanto a la velocidad siempre van a 90 como debe ser, hasta que oscurece, que es cuando la gente que viaja se duerme, y eso les da la posibilidad de subir la velocidad a 160. Lo más extraño es que hacen paradas muy cortas en medio de la ruta, se escuchan ruidos de puertas y corridas, gente que sube y baja, pero no hay una casa en 100 km a la redonda.

Lo más divertido que viví en uno de estos viajes fue ver un video institucional de la compañia en la que viajaba, en donde mostraban la historia y los modelos de colectivos que poseían, y que empezaba con una frase cantada por un coro que decía "Cruz del Norte en mi corazón".

viernes, 9 de febrero de 2007